“Usted, director(...), usted maestro(...), usted maestra(...), usted profesor(...), tiene que estar pendiente de la integralidad de la formación de sus alumnos, que son como hijos, como hijos todos por igual, sean blancos, negros, ricos, pobres, lo que sean, son los hijos de la patria, hijos de todos nosotros”.
Hugo Chávez, discurso con motivo de los primeros cien días de gobierno, Palacio de Miraflores, Caracas, 13/5/1999.

Día Mundial de la Educación Ambiental

El quinto objetivo estratégico del Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019,  indica Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana. En la exposición de motivos de dicho instrumento legal, la Asamblea Nacional nos explica: «El quinto de los grandes objetivos históricos se traduce en la necesidad de construir un modelo económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional y óptimo de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza. En tal sentido, es necesario ratificar la defensa de la soberanía del Estado venezolano sobre los recursos naturales vitales. Este quinto gran objetivo histórico convoca a sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador». Tengamos presente esta visión al celebrar el 26 de enero el Día Mundial de la Educación Ambiental.  
En la ciudad de Belgrado,  Yugoslavia, en 1975, se llevó a cabo el Seminario Internacional de Educación Ambiental, donde participaron expertos de más de 70 países. En este evento se establecieron los principios de la Educación Ambiental en el marco de los programas de las Naciones Unidas. Como resultado se publicó la Carta de Belgrado, en la cual se plasman las reivindicaciones fundamentales de la Educación Ambiental.

De este modo se le otorga a la educación una importancia capital en los procesos de cambio. Se recomienda la enseñanza de nuevos conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes que constituirán la clave para conseguir el mejoramiento ambiental. También se definieron las metas, objetivos y principios de la educación ambiental.

En el documento denominado Carta de Belgrado que se deriva de este evento se señala la necesidad de replantear el concepto de Desarrollo y un reajuste del estar e interactuar con la realidad por parte de los individuos. En este sentido se concibe a la Educación Ambiental como herramienta que contribuya a la formación de una nueva ética universal que reconozca las relaciones de los seres humanos y con la naturaleza; la necesidad de transformaciones en las políticas nacionales hacia una repartición equitativa de las reservas mundiales y la satisfacción de las necesidades de todos los países.

Más tarde en la Asamblea Mundial celebrada en Tbilisi en 1977  se acuerda la incorporación de la Educación Ambiental a los sistemas de educación, estrategias, modalidades y la cooperación internacional en esta materia. Entre las conclusiones se mencionó la necesidad de no solo sensibilizar sino también modificar actitudes, proporcionar nuevos conocimientos y criterios y promover la participación directa y la práctica comunitaria en la solución de los problemas ambientales. En resumen se planteó una Educación Ambiental diferente a la educación tradicional, basada en una pedagogía de la acción y para la acción, donde los principios rectores son la comprensión de las articulaciones económicas políticas y ecológicas de la sociedad y a la necesidad de considerar al medio ambiente en su totalidad.

A partir de ese momento se plantean como metas para la Educación Ambiental: Proporcionar la información y los conocimientos necesarios en la población para que ésta adquiera conciencia de los problemas del ambiente, creando en ella predisposición, motivación, sentido de responsabilidad y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones. Promover una clara conciencia acerca de la interdependencia económica, social, política y ecológica en áreas urbanas y rurales. Dar a cada persona las oportunidades para que adquiera los conocimientos, valores, actitudes, compromisos y habilidades necesarios para proteger y mejorar el ambiente y con ello alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable. Crear nuevos patrones de comportamiento y responsabilidades éticas hacia el ambiente.

Tratar la temática ambiental tiene como finalidad que los y las estudiantes reflexionen sobre las dimensiones mundiales del problema ambiental para que se involucren en los diferentes niveles de participación y responsabilidad.

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