“Usted, director(...), usted maestro(...), usted maestra(...), usted profesor(...), tiene que estar pendiente de la integralidad de la formación de sus alumnos, que son como hijos, como hijos todos por igual, sean blancos, negros, ricos, pobres, lo que sean, son los hijos de la patria, hijos de todos nosotros”.
Hugo Chávez, discurso con motivo de los primeros cien días de gobierno, Palacio de Miraflores, Caracas, 13/5/1999.

Yuri Gagarín, la aventura de aprender

«La Tierra es azul. Qué bonita. Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos».

El 09 de marzo de 1934 nació en la antigua Unión soviética, Yuri Gagarín, el primer hombre lanzado al espacio.
Su papá era carpintero y tuvo que enfrentar la crudeza de la Guerra Mundial. Su pueblo natal, Klúshino, fue ocupado por los nazis por lo que Yuri tuvo que interrumpir sus estudios y dedicarse a trabajar para mantener a su familia. Posteriormente, ya adolescente conoció a un profesor de matemática quien le enseñó los valores del coraje y la perseverancia. Se hizo piloto de aviones y se postula como cosmonauta.

Tras una serie de fuertes pruebas físicas, intelectuales y emocionales, Gagarín es seleccionado para tripular la primera nave espacial, el Vostok 1. El 12 de abril de 1961 señala la fecha en la que se concreta esa proeza humana: aventurarse en el espacio exterior para aprender más de la Tierra.

Ese día, luego de prepararse y chequear todos los equipos, Yuri Gagarín exclamó «¡Vámonos!» Esa interjección es usada aún en nuestros días como expresión de ánimo cuando se debe enfrentar grandes dificultades.

Definitivamente lo más complejo y profundo de la vida se expresa sencillamente. Sin embargo, al principio Yuri Gagarín no lo sabía y se la pasaba dando traspiés ahogado en rebeldía. Luego dejó de ser rebelde y se tornó proactivo; se esmeró en soñar un proyecto de sociedad justa y plena de derechos. Comprendió que no puede seguir esperando los golpes para reaccionar. Hay que profundizar el plan de emancipación. Finalmente, su vida fue un canto a la humildad, al trabajo esmerado, a la dignidad, encanto, energía, audacia, dominio de sí mismo, modestia y a la búsqueda de la justicia demostrando que para ser feliz de nada sirve el empeño sin temeridad en el amor y disciplina en la acción.

Una vez, un reportero le preguntó : “¿No le fastidia a usted, Gagarin, esa celebridad que se ha granjeado a partir del 12 de abril de 1961? Ahora, seguir. Tiene garantizado el descanso hasta los últimos días de su vida...” Él respondió: “¿Descansar?, aquí en la Unión Soviética, todos trabajan, y las personas célebres, Héroes de la Unión Soviética y del Trabajo Socialista, lo hacen con tanta mayor dedicación. Son miles en el país, y procuran trabajar lo mejor posible, sirviendo de ejemplo a imitar por los demás”.

Estas palabras fueron reflejadas en su libro «Veo la Tierra», en el cuan señala que si bien la fama le fastidiaba personalmente no fue obstáculo para continuar investigando y estudiando «Después de los primeros vuelos espaciales el trabajo no menguó, al contrario, aumentó. Todos nosotros proseguimos estudiando. Profundizábamos nuestros conocimientos en cuanto a los vuelos cósmicos. No abandonamos el destacamento de cosmonautas, seguimos trabajando en las aulas y laboratorios, compartiendo las experiencias con los futuros cosmonautas».

Elegido Diputado al Soviet Supremo en 1962, no dejó de trabajar en la llamada Ciudad de las Estrellas, donde se planteaba diseñar nuevos sistemas para reutilizar las naves enviadas al espacio. En 1967, participó en los primeros dos lanzamientos de las naves tipo Soyuz. Yuri Gagarin apasionado con sus prácticas y vuelos, fallece en uno de ellos cuando en un polémico accidente, se estrelló en 1968, a los 34 años de edad.

Muchos son los aprendizajes que podemos obtener aceptando el riesgo de aventurarnos fuera de nuestra zona de confort.; Gagarín es ejemplo de ello. Aprovechemos la ocasión para reflexionar en torno a dos frases que nos legó: «Aunque sólo una persona estaba a bordo de la nave espacial, fueron necesarias decenas de miles de personas para que fuera un éxito» y «Hay un montón de sitio para todos en el espacio exterior... Yo me imagino el gran día en el que una nave espacial soviética desembarque en la Luna un grupo de científicos, los cuales se unirán a los científicos británicos y estadounidenses que trabajen en los observatorios con el espíritu de cooperación pacífica y la competencia en lugar de pensar en las líneas militares».

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